La Prensa, Argentina- por Luciano Mondino
El atentado a la embajada de Israel el 17 de marzo de 1992 no fue solo el primer ataque terrorista contra una unidad diplomática en el país, sino también la antesala de la voladura de la AMIA tan solo dos años después. En ambos ataques la autoría material ha sido de Hezbollah, una organización islámica chiita del Líbano, y la autoría intelectual de Irán, un estado señalado por la promoción, el financiamiento y el sostén del terrorismo internacional que hoy en día continúa operando en la región. Una filtración nada nueva ni silenciosa.
La Argentina guarda un lamentable antecedente en la filtración de Irán en la región. Todo comenzó en 1983, a pocos años del inicio de la trágica revolución islámica que catapultó a los radicales religiosos al poder en Irán, con la llegada de Mohsen Rabbani al país comenzando a funcionar como líder de la mezquita At-Tauhid en Buenos Aires y al poco tiempo como agregado cultural en la embajada iraní desde donde se desempeñó como parte de la autoría intelectual de los atentados terroristas de 1992 y 1994. Tal como respaldara el asesinado fiscal Nisman tiempo después al denunciar la inconstitucionalidad del Pacto con Irán firmado en 2013 y el entramado de encubrimiento contra Cristina Kirchner: desde la citada mezquita Rabbani reclutó adeptos y creó un sistema de inteligencia paralela que reportaba a la embajada y desde ahí a Teherán.
Alberto Nisman fue el fiscal que investigó y expuso la intromisión de Irán en Argentina y en la región, una penetración que hoy abarca el ingreso militar a través de Venezuela y Bolivia, el diplomático y también el cultural a través de organizaciones, entidades y dirigentes que promueven los ideales revolucionarios iraníes en América Latina. Desde que el fiscal Nisman fue hallado sin vida la noche del 19 de enero de 2015, en Argentina continuaron moviéndose elementos que alertan sobre la participación violenta y su relación con el crimen organizado como el polémico caso de la aeronave de Emtrasur Cargo que aterrizó en Buenos Aires en junio de 2022 tras haber estado en Ciudad del Este, la Triple Frontera en Paraguay, un reconocido hub criminal.
Desde que Mahmud Ahmadinejad, un ex presidente de Irán que ha pedido públicamente por la desaparición de Israel, fue elegido para la presidencia en agosto de 2005, las relaciones de la República Islámica con distintos países de América Latina y el Caribe, entre los que se encontraba Argentina, aumentaron considerablemente incluyendo nuevas unidades diplomáticas de Irán en el país y una operativa red de exportación ideológica que tenía como uno de sus pilares a la Universidad Al-Mustafa de Qom, una ciudad en Irán conocida por la radicalidad y la intención de exportar los ideales revolucionarios islámicos.
PELIGRO DE RADICALIZACION
La falta de preparación y medidas de prevención para enfrentar la radicalización en Argentina son una de las falencias más aprovechadas por Irán para continuar ampliando su influencia en una región diezmada por el crimen organizado y la corrupción estructural. La mezquita At Tauhid de Buenos Aires, que en el día de Al Quds en 2013 fomentó un aquelarre de antisemitismo contra la comunidad judía argentina junto al piquetero Luis D’elía, Fernando Esteche o Emilio Pérsico, continúa siendo el epicentro de una comunidad fuertemente conectada en redes sociales y que mantienen vínculos ideológicos con la República Islámica de Irán y enaltece al terrorismo.
Personas como Edgardo Ruben Assad, parte del clan familiar denunciado por Alberto Nisman, Jalil Zevallos u organizaciones como la OLA, Organización para la Liberación Argentina de Jujuy, promueven abiertamente a entidades terroristas, en general, pero a Hezbollah, la organización que en los atentados de 1992 y 1994 asesinó a más de cien personas en Buenos Aires, en particular. Jalil Zevallos es un seminarista que ha viajado a Irán y es un frecuente visitante de la Mezquita At Tauhid donde se desempeña el cuestionado Abdul Karim Paz, uno de los señalados como agente iraní en el país.
Ambos han visitado municipalidades durante el 2022 presentando un proyecto “educativo, cultural y religioso”. En sus perfiles públicos de redes sociales, que comparte con Sheij Mohsen Alí el líder religioso que ha viajado a Irán y ha coincidido con los acusados de los atentados terroristas contra la AMIA en 1994, Zevallos exhibe una fotografía publicada en abril de 2023 participando en una concentración presuntamente en Irán y en donde se portaron banderas de Hezbollah.
¿Nadie en la justicia detecta que en redes sociales hay grupos que abiertamente promueven el enaltecimiento al terrorismo y la propagación del terror aun sabiendo que Argentina ya ha sido víctima de ese mismo terrorismo islámico?
Desde el 7 de octubre de 2023, la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamas ha brindado una plataforma que políticos y dirigentes sociales de la Argentina han utilizado para replicar discursos antisemitas clásicos y otras declaraciones que trascienden los discursos de odio para convertirse en amenazas reales de cometer otra vez atentados terroristas también en suelo nacional.
* Analista internacional y experto en terrorismo.
